miércoles, 30 de marzo de 2011

Si era tarde o no yo no lo sabia afuera  llovia y el cielo era gris, el aire olia a humedad y podia escuchar las gotas repiquetear en mi ventana,resbalando y formando pequeños gusanos de agua que corrian rapidamente, adentro Radiohead sonaba tan bajo que apenas era audible, mi mente estaba adormecida y cansada, nada nuevo ultimamente.

La lluvia solia ser esperanzadora y relajante para pensar, ahora era apacible y nostalgica, tirada en la cama con un monton de hojas de papel arrugadas que alguna vez fueron ideas en progreso pasaba mi tiempo desde hace una semana, no recuerdo que escribir fuera tan dificil , asi como tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que la imginación cruzo por esa puerta. El sonido del telefono me sacudio de pronto, cerre los ojos escuche el primer timbre, el segundo, el tercero pero no hubo cuarto, suspire sabiendo que no tardaria mucho en regresar y asi fue timbro una vez mas y lo busque a tientas en la cama sabia que lo encontraria bajo de alguna de las hojas de papel, lo encontre incomodamente bajo mi espalda,
- ¿diga?- 
- Que te ocurre, se suponia que llamaras hace 3 horas, y se suponia que hace 4 horas tendria un e-mail con el cuarto capitulo del libro ¿Que pasa Ingrid?-
-Pasa que tengo a una histerica e incomprensible editora al telefono gritando cada hora como si yo vomitara novelas de drama-
- Bien,. te desahogaste, de acuerdo ahora hablemos, sabes que lo necesito, la editorial se molestara si no eres puntual-
-Y tu sabes que no estoy precisamente inspirada ultimamente-
-Si lo se, pero tambien recuerdo a una chiquilla que hace 2 años rogaba por que leyera sus novelas y que moria por vivir de esto, sabes tal vez la conozcas, estara por alli, que puedas ponerla al telefono tal vez ella sea mas razonable-
- Bien, bien, escucha Luisa dame esta noche y tal vez la mañana, lo entregare lo prometo, solo necesito tiempo y que no me grites cada hora-
- Hecho y si no es asi me quedo con 65% de tu ingreso- colgo

Yo tambien recordaba a esa chiquilla como ella la habia llamado, esa niña que escribia sin para, lo hacia tan facil como sonreia, ella habia sido tan feliz el dia que tuvo entre sus manos el primer ejemplar de su novela, lo que no recordaba era que habia sido de ella, tal vez se perdio entre tantos papeles en esta habitación lujosa, o tal vez escapo el dia que descubrio que la mayoria de las personas piensan que las historias nacen cada hora y que las novelas son tan faciles de escribir como lo es leerlas, o tal vez solo estaba muy cansada de tramites nada inspiradores. Sonrei al recordarla, camine al escritorio donde organizadamente estaban mis novelas anteriores, en la tapa estaba mi nombre y dentro mi fotografia, yo estaba orgullosa de esas novelas, la chiquilla tambien lo estaba, dondequiera que estuviese, me sente en la silla y tome mi bolígrafo y papel, aun sonreia al recordar las tardes enteras que dedicaba a escribir mis alucinaciones no se como paso pero todo fluyo como esas gotas en la ventana, el sol entro por entre las cortinas y supe que lo habia logrado tenia otra cosas de que estar orgullosa...
B.M