martes, 16 de agosto de 2011

En el fin del mundo...

Y la yerba era dorada y alta , que se levantaba por encima de mi cabeza al estar sentada entre ella, el viento la hacia bailar, de un lado a otro siempre cambiando la dirección, el sol estaba lanzando sus últimos rayos naranjas y rojos escondido entre las nubes y todo parecía detenido en el tiempo no había ruido de aves, no había ruido alguno que turbara aquel lugar... aquello podía bien ser el fin del mundo.

Me había preguntado muchas veces en mi vida ¿que tanto de nosotros llega a quedarse aquí cuando nos vamos? ¿que tanto nos sobrevive? mi mama decía que eso dependía de mi, de que tanto amigos tuviese o cuantas personas  llegase a querer, que dependía de que tanto deseara prevalecer, como esos poetas de los libros de la repisa que algún día lanzaron sus letras a un mundo raro y que a cambio recibieron la inmortalidad.
Mi papa en cambio decía que no mucho es lo que queda, que el tiempo borra mucho y en algún momento nada habrá para recordar que un poema vago que alguien escribió estando enamorado , dolido , solo o moribundo no era la forma  en que esa persona tal ves quisiese ser recordada, tal vez ese amor al que el poema inmortalizo fue lo mismo que le trajo la muerte a su autor.

Pero en todo caso ¿por que alguien desearía ser inmortal? realmente en este momento no se si yo misma quiero serlo...
Aquí en el fin del mundo solo quiero saber si acaso es que tu me recuerdas, si de las canciones en la radio alguna te hace sonreír, si las frases en los libros te hacen suspirar, si los perfumes en el aire te hacen mirar al cielo preguntando por mi... ¿acaso eso te ocurre? .

Me gustaría saber que tanto hay de mi en tus canciones, esa que tocas en las mañanas de invierno, si algo de mi esta en esas estrofas que te gusta escribir en las madrugadas lluviosas ... 
Y por si acaso te pasa, aun estoy aquí, aun tarareo tus notas cuando estoy sola y aun me gusta ver el atardecer mirando hacia arriba como lo hacías tu y no al horizonte como lo hacen todos... solo buscame aquí donde el sol parece tener un color diferente cada día y donde el aire hace bailar a la plantas aquí en el fin del mundo...

B.M